Existen innumerables guías que ayudan a los hombres a encontrar el punto G femenino, pero ¿quién se encargaría de encontrar el punto G masculino? ¡Existe, pero pasa desapercibido! ¡Te diremos cómo llegar a este "botón mágico"!
"Cunnilingus perfecto", "Cómo encontrar su punto G", "Squirting en diez pasos": en Internet se pueden encontrar cientos de recomendaciones para "manejar" el cuerpo de una mujer. Su objetivo es ayudar a que la mujer alcance el orgasmo. Por supuesto que eso es bueno, pero ¿qué pasa con los hombres? Así como el cuerpo femenino está formado por más de una vulva y dos senos, el cuerpo masculino tiene mucho más que ofrecer que "sólo" el pene. ¡Así que hablemos del trasero! Es una alternativa al sexo regular y oral. ¡Y puede enriquecer significativamente tu vida sexual!
Se prefiere la lengua al dedo.
La zona anal tiene muchas terminaciones nerviosas que responden a la estimulación. Y hay una gran diferencia entre un dedo áspero que invade el ano y una lengua húmeda y tierna. Llegamos al rimjob o rimming. Se llama así a lamer el ano e introducir la lengua en él. ¡No hay nadie a quien no le guste esta caricia!
Los hombres heterosexuales que no están acostumbrados a que les manipulen el ano suelen sentir molestias cuando su pareja comienza a acariciar esta parte del cuerpo. ¡Pero vale la pena! Darle una oportunidad.
Si a tu pareja le gustan este tipo de caricias, puedes ir aún más lejos. Por ejemplo, inserte un dedo en el ano. ¿Alguna molestia? No es sorprendente entrar por la "puerta trasera" sin previo aviso ni lubricación. Este es el pecado de algunas mujeres que han leído mucho sobre cómo encontrar el punto G masculino.
Pero olvidan que está prohibido entrar al cuerpo sin permiso. No importa si el "delincuente" es hombre o mujer. Al tocar el ano suele aparecer un fuerte sentimiento de vergüenza, que impide disfrutar de las caricias. Por lo tanto, es mejor preguntarle al hombre con anticipación si está listo para que le toquen el ano y cómo se siente en general ante cualquier manipulación del ano.
El principal orgasmo de su vida.
Volvamos al punto G masculino, también conocido como próstata. Es a ella a quien se debe prestar la atención principal, más precisamente: el masaje de próstata. La próstata o glándula prostática produce una secreción que hace que los espermatozoides sean viables. ¡Y ella es capaz de dar un orgasmo increíble!
El punto G masculino se encuentra directamente detrás de los testículos, aproximadamente a 5-7 centímetros del ano en la pared frontal del recto hacia el abdomen. Si insertas tu dedo en el ano de tu pareja y lo doblas para que su lado interno apunte hacia el estómago, podrás sentir la glándula. Ahora presione ligeramente el punto G y espere hasta que el hombre se acostumbre a esta sensación. Luego cambie la presión. Los amantes experimentados pueden insertar dos dedos y luego masajear simultáneamente la glándula con ellos.
- Consejo profesional 1: Deja que el hombre se masturbe durante el masaje. Su orgasmo será cósmico. O, si puedes, acaricia su pene con la mano o con la boca al mismo tiempo que lo masajeas.
- Consejo profesional 2: ¡Nunca te olvides de la lubricación! Los lubricantes anales proporcionan suficiente hidratación y relajación.
- Consejo profesional 3: Compre juguetes sexuales especiales para la estimulación de la próstata. Algo muy útil.